top of page

Una matrona en casa en el posparto.

Enero del 2015

 

Conocí a Amanda en las clases de preparación al parto.

Era mi primer embarazo y estaba llena de dudas.

Enseguida me di cuenta de que todas esas dudas eran naturales, pero también lo eran las respuestas.

Por alguna razón nos hemos vuelvo muy "mecánicos" y casi no dejamos que algo como el parto o la lactancia siga un proceso natural, al fin y al cabo las mujeres parimos y damos el pecho desde que existe la raza humana y nadie entonces les decía cada cuánto tiempo tenían que hacer las tomas.

 

Cuando supe que Amanda realizaba asistencia postparto no lo dude ni un momento.

Tenía claro que quería dar el pecho y el hecho de no lograr que el bebé se enganchara bien, las famosas grietas y otras complicaciones de la lactancia me asustaban.

Lo mejor de todo es que no sólo me enseñó como evitar estas complicaciones. El momento en que entras en casa al volver del hospital, cierras la puerta y dices: "Bueno, y ahora qué?" asusta un poco.

De repente te encuentras sin saber muy bien qué hacer o cómo actuar. 

Nadie te dice que el bebé puede hacer caca 6 veces al día, y mucho menos que el color y consistencia de esa caca es normal cuando das el pecho.

Y tampoco que el bebé puede estar mamando una hora seguida o más, o que lo mismo puede comer cada media hora que cada tres horas ya que la leche materna se digiere enseguida. 

Saber todas estas cosas (y más) me ha ayudado a vivir las primeras semanas de mi bebé con tranquilidad y dejando que fluyera de manera natural.

Si Amanda no me hubiera explicado todo lo que me explicó, seguro que habría hecho alguna que otra visita a Urgencias...

 

María Orio

Please reload

bottom of page