Una preparación al parto personalizada
15 de Mayo del 2015
Era nuestro primer embarazo y teníamos muchas dudas pero también había cosas que teníamos muy claras, queríamos hacer juntos la preparación al parto y esto era imposible en la seguridad social.
Así que empezamos a buscar una matrona que se ajustara a nuestro horario y a cómo queríamos hacer la preparación.
Enseguida encontramos a Amanda, hablamos por teléfono y le explique lo que nosotros queríamos.
Desde el principio me pareció que se ajustaba a lo qué buscábamos.
Ese fin de semana daba un taller titulado " Herramientas naturales para dar a luz", mi idea era no ponerme epidural así que me pareció muy interesante.
La charla nos encantò y confirmamos lo que ya pensábamos.
Por cuestión de horarios no pudimos ir a los grupos ya formados así que hicimos la preparación en casa, lo que hizo que todo fuera mucho más cercano.
Amanda transmite paz, tranquilidad, naturalidad y desde largo muchos conocimientos.
Durante el embarazo nos resolvió dudas que iban surgiendo respecto al estado de la niña que algunas veces los ginecólogos del hospital no nos resolvían o incluso nos generaban miedos.
En las clases aprendimos a enfrentarnos al momento del parto, sobre todo a saber lo que iba a pasar, la realidad sin tapujos.
Íbamos a dar a luz en el hospital pero queríamos las menos intervenciones posibles.
Amanda te explica los derechos que tienes y las decisiones que puedes tomar.
Queríamos tener una postura activa en el parto, pudiendo tomar decisiones y para eso hay que saber lo que puede pasar, Amanda nos enseñó como hacerlo.
Naia nació cumplida la semana 41 y en el hospital querían inducir el parto, gracias a Amanda supimos que podíamos esperar, si la niña estaba bien no había que ponerse nerviosos, ella decidiría cuando nacer y nosotros tendríamos que esperar, y fue la mejor decisión que pudimos tomar.
Cuando llegò el día del parto estábamos muy tranquilos, sentíamos curiosidad por como iba a ser, por como íbamos a comportarnos pero no miedo.
El parto es cosa de tres, Naia decidió cuando nacer, yo le ayudé a hacerlo y Quique me ayudó a mi.
Es muy importante estar en sintonía con la pareja y crear un vínculo entre los tres.
Queríamos estar el mayor tiempo posible en casa, pero en un momento nos entraron las dudas de si tendríamos que ir al hospital, llamamos a Amanda, nos explicó las cosas, siempre con tranquilidad y nosotros tomamos la decisión.
Sin duda toda la preparación que hicimos física y psicológica fue fundamental.
Han pasado 7 semanas desde que Naia nació, el recuerdo de ese momento, de esos días, es maravilloso, me emociono al recordarlo, espero que nunca se me olvide esta experiencia.
Desde luego el parto duele y duele mucho, por lo menos el mío, pero se puede trabajar con ese dolor y dejarse llevar.
MUCHAS GRACIAS AMANDA.
Amaia y Quique